El corte
garçonne fue el gran triunfador de los años ‘20,
un peinado que, por cierto, no acababa de gustar a la mayoría de
los hombres, circunstancia que llevó a muchas mujeres a mentir a
sus maridos, justificando que lo inusualmente corto de sus melenas
se debía a un descuido con una lámpara de aceite, una vela o un
fogón. Suponía, de forma irremediable, el nacimiento del corte
bob, un estilo basado en melenas rectas, nunca por debajo de las
orejas, y que en la actualidad está sometido a infinitas
interpretaciones.
Una imagen implacable que impuso Coco Chanel, ídolo y dictadora de tendencias cuyos lemas secundaban las mujeres de medio mundo, configurando el modelo de mujer rebelde, con un toque de artificialidad y ajena a las opiniones.
Pero si hay
un hecho verdaderamente destacable fue el acontecido en los años
veinte: las mujeres se cortaron el pelo corto. Con la incorporación
de las mujeres al trabajo, éstas habían dejado de peinarse
solamente para arreglarse y habían empezado a buscar la comodidad.
La evolución lógica de la búsqueda de lo práctico fue cortarse
el pelo como un hombre: surgió el estilo garçon. En ese momento
cortarse el cabello se convirtió en todo un símbolo de la mujer
moderna. Inicialmente hubo quien consideró que el pelo corto
femenino sería una moda pasajera, pero realmente se convirtió en
una opción más, y una opción que siempre ha seguido ligada a las
mujeres emprendedoras, atrevidas, independientes y modernas.
Pocos años después empezaron a surgir en Europa y Estados Unidos los primeros sindicatos y asociaciones de peluqueros, sentando otra de las bases de lo que es la peluquería hoy en día.
En estos emocionantes años de principios de siglo otro invento revolucionó la peluquería: de la mano de Carlos Nessler apareció la permanente en caliente, y los rizos ?artificiales? causaron furor durante décadas y en diversas formas y estilos.
Pocos años después empezaron a surgir en Europa y Estados Unidos los primeros sindicatos y asociaciones de peluqueros, sentando otra de las bases de lo que es la peluquería hoy en día.
En estos emocionantes años de principios de siglo otro invento revolucionó la peluquería: de la mano de Carlos Nessler apareció la permanente en caliente, y los rizos ?artificiales? causaron furor durante décadas y en diversas formas y estilos.
Nos encontramos pues ante el nacimiento de la peluquería tal como la entendemos hoy.
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