En
  Francia, la mayoría de las damas de la Corte se pintaban el
  rostro, pero las inglesas limitaban gran parte de sus cosméticos a
  las cremas, lociones y otros preparados de belleza.
Los aristócratas del siglo XVIII empleaban
  todos los tonos de rojo, desde el carmesí hasta el azafranado,
  pasando por lilas, rosa y naranjas. Se combina sobre maquillaje
  blanco, en un tono más apagado sobre las sienes con un rojo
  encendido en los labios. El colorete ya no se aplica en círculos
  rojos en las mejillas sino que se extiende hacia la zona exterior
  de los ojos. El colorete era tan apreciado que las mujeres llevaban
  en los bolsillos una cajita en la que guardaban los falsos lunares,
  el colorete, el pincel y el espejo.
El maquillaje en la segunda
  mitad del siglo XVIII era de alguna manera todo lo contrario a lo
  que generalmente las mujeres buscan hoy en día. Luego de la
  revolución sexual que se generó en la década del sesenta, en el
  siglo pasado, las mujeres empezaron a ser más atrevidas en la
  forma en que querían verse: apareció la minifalda, las bikinis,
  el bronceado, operaciones para agrandar las partes mas sensuales
  del cuerpo, etc.
En el siglo XVIII distinta era la historia, naturalmente. Las mujeres buscaban ser delicadas y mostrarse lo más puras posibles. Si bien las mujeres ya se interesaban por mostrar voluptuosidad en sus escotes, el resto era casi lo contrario.
En el siglo XVIII distinta era la historia, naturalmente. Las mujeres buscaban ser delicadas y mostrarse lo más puras posibles. Si bien las mujeres ya se interesaban por mostrar voluptuosidad en sus escotes, el resto era casi lo contrario.
- El maquillaje mas común consistía en el polvo blanco que cubría la cara, el cuello y el escote, lo cual emparejaba el color de la piel y la hacía ver más delicada y brillante.
- Las cejas se oscurecían para remarcar el dibujo de las mismas. Por último, para un maquillaje del siglo XVIII estándar, el rubor para las mejillas. El mismo era de un rosado intenso y cubría casi toda la mejilla, o solo una redondez sobre los pómulos.
- El pelo empolvado también estaba en voga. Se dice que se utilizaba para emparejar el color de las pelucas con el color natural del pelo, el cual, a fines del siglo XVIII se empezaba a mostrar más. Por ejemplo, se empezaba a llevar el pelo suelto rizado debajo de las pelucas que solo cubrían la parte superior.
Luego de este
  punteo, caben destacar dos cosas:
- No era común excederse en el maquillaje (aunque si había quienes se excedían, incluso se conoce a través de su hermano que María Antonieta se cargaba con muchísimo maquillaje). No es cierto que ellas vivían maquilladas con todo tipo de colores como a veces se las representa exageradamente, especialmente a fines de siglo, cuando el estilo natural se implementaba cada vez más.
- Obviamente estamos hablando de las clases acomodadas. Las clases medias y bajas no tenían posibilidad de acceder al maquillaje, ni a casi ningún tipo de cuidados para el cuerpo.
- No era común excederse en el maquillaje (aunque si había quienes se excedían, incluso se conoce a través de su hermano que María Antonieta se cargaba con muchísimo maquillaje). No es cierto que ellas vivían maquilladas con todo tipo de colores como a veces se las representa exageradamente, especialmente a fines de siglo, cuando el estilo natural se implementaba cada vez más.
- Obviamente estamos hablando de las clases acomodadas. Las clases medias y bajas no tenían posibilidad de acceder al maquillaje, ni a casi ningún tipo de cuidados para el cuerpo.





 
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