martes, 10 de julio de 2012

05.01 EL PEINADO

París en el siglo XVII es el corazón de Europa. Francia impulsa y populariza el arte de la peluquería.
Gran monumentalidad en el peinado, las damas tienen que arrodillarse para entrar en las carrozas. Se mezclan con el cabello gasas, joyas, plumas, flores, frutas... hasta maquetas de castillos y barcos. Los cabellos blancos en la Francia cortesana hacen furor, hombres y mujeres empolvan su cabello natural y sus pomposas pelucas.
Son verdaderos artistas en la confección de pelucas. Para rizar el cabello de las mismas lo enrollan en palos cilíndricos que luego sometían al calor en hornos de panadería. En esta técnica se basará siglos más tarde la permanente en caliente.
El polvo blanco con el que coloreaban el cabello es una mezcla de talco y almidón.



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